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sábado, 19 de julio de 2008

RELATO DE MIAMI ADORADORES DEL DIABLO

Hola amigos de Venezuela saludos a Rafael flores soy Andrés Lacuitt estudiante del ultimo año de la facultad de derecho en la universidad de Miami tengo unos primos en Maracay y los escucho por Internet los felicito por tan exitoso programa y deseo que lean este relato que fue cierto y aconsejen a quienes a veces sienten el deseo de jugar con esa tabla mil gracias y desde aquí se les aprecia

Poco antes de la Navidad de 1995, dos escolares de 15 años fueron persuadidos con engaños para entrar en casa de David McCallum, un fan de la música heavy metal, a ver vídeos. Los dos chicos fueron conducidos al dormitorio de McCallum, que estaba lleno de libros sobre el asesino múltiple Charles Manson y de grabaciones de Iron Maiden y Metallica, donde McCallum, de 20 años, les dijo que él y su amigo adoraban al diablo. En el centro de la habitación había un altar iluminado con velas y cubierto con un paño negro. Encima había una tabla Ouija. Los dos chicos, Michael Earridge y Stephen Cullan, aceptaron participar en una sesión y se les unió un amigo de McCallum. Mientras, sentados alrededor del altar, trataban de establecer contacto con los muertos, McCallum preguntó a la tabla: "¿Si eres Satanás, qué quieres que haga?". Con una creciente incomodidad, los dos chicos decidieron dar por terminada la sesión. Pero, antes de que pudiesen escapar, McCallum recibió la respuesta a su pregunta. Fuera cual fuese la respuesta que recibió McCallum, de pronto sacó una navaja y sujetó a Earridge. "Tú no vas a ninguna parte hasta que se haya cumplido la voluntad de mi amo", exclamó el muchacho amigo de McCallum (adorador del diablo) Entonces, McCallum empezó a apuñalar a Earridge. El frenético ataque, en el que Earridge fue apuñalado once veces, sólo terminó cuando el amigo de McCallum susurró: "Para ya. Cálmate. Está muerto". Afortunadamente, Cullan pudo escapar con vida. El cadáver fue envuelto con las ropas de la cama y arrojado junto a un bloque de pisos al sudeste de Londres. McCallum fue detenido y se probó el asesinato. Pero sólo fue condenado por homicidio no premeditado, al declarar que unas voces le obligaron a hacerlo, y fue enviado a Broadmoor, una instalación de alta seguridad para asesinos dementes. Obviamente, McCallum estaba influenciado por lo macabro y lo oculto. Normalmente escuchaba canciones relacionadas con rituales satánicos y en su televisor, escritas con rotulador, se leían las palabras 'nombre del demonio asesino 666'. Pero, ¿fue su obsesión por la tabla Ouija la responsable de la conversión de un joven de 20 años en asesino?

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