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martes, 2 de noviembre de 2010

UN ANTIGUO HOTEL EN VENEZUELA ALOJA DOS ESPECIALES FANTASMAS GARDEL Y EL GENERAL JUAN VICENTE GOMEZ DICTADOR VENEZOLANO



 Hola Rafael me llamo Ana Maria Figueredo oriunda del
Estado Vargas les traigo una experiencia que le sucedió a mi papá el
se ganaba la vida de guía turista  y vendía empanada de Cazon en las
playas de macuto para podernos criar.
No sé si ustedes  saben de la existencia de un hotel de gran lujo que
esta abandonado en la actualidad y fue inaugurado en 1928 con gran
pompa y majestuosidad, llamado MIRAMAR en el se  resumió el lujo,
confort y refinamiento moderno de la época, hoy en día  lleno de
recuerdos, espectros, fantasmas y aparecidos entres los que más se han
visto en repetidas ocasiones se cuentan con los de el benemérito Juan
Vicente Gómez y Carlos Gardel.

En el balneario de macuto a menos de 100 metros del mar caribe, a
finales de los años 20 había  una construcción grande que perteneció
al benemérito Juan Vicente Gómez. El hotel  MIRAMAR, que fue
inaugurado fastuosamente el día domingo 1 de abril del año 1928.

El general Gómez no asistió a la inauguración porque se rumoraba que
había una conspiración para matarlo.  La inauguración del hotel
Miramar, constituyó un acontecimiento de trascendencia nacional, pues
sus características de alto lujo lo igualaban a los más calificados de
Europa y Norteamérica.

En el Miramar nada faltaba: solidez del edificio, arquitectura
inolvidable por sus exquisitas formas y medidas, mobiliario en
parangón con los últimos casinos ultramarinos, billares,  mezquitas de
gran belleza con salones exclusivos con servicios especiales de damas,
piscinas, campo de tenis, cocina a cargo de los campeones del cordón
blue, frigoríficos, cavas, servicio telefónico, en 80 dormitorios con
igual número de baños adyacentes.

La entrada conducía a un gran patio de honor, donde estaba ubicado el
hall de acceso al ascensor y a la gerencia de información, seguido de
un bar, tallado en caoba y jaspe y los comedores de gala entre los
cuales había uno con capacidad para 400 personas.

Además de ello, tenía agua corriente a borbotones que en la época era
difícil encontarla, vajillas de plata cristalería de las más
renombradas marcas todas grabadas con el nombre del hotel.

El Miramar alojo  a los venezolanos, cuyos medios de fortuna impedía
gozar de esparcimientos elegantes en las playas europeas.

El acto se realizó en el suntuoso hall del hotel, llevando la palabra
el director administrativo del establecimiento, señor Siebenthad

El entusiasmo se desbordó cuando el señor Siebenthad alzó la copa de
champaña para brindar por el Benemérito general Juan Vicente Gómez,
presidente de la República y dueño del hotel de forma ausente.

Durante todo el domingo estuvo el hotel visitado por un público
asombrado de tanto confort y lujo, siendo acompañado el acto por los
acordes de una magnífica orquesta. En horas del mediodía, fue servido
un exquisito menú y 'la triunfal belleza de nuestras mujeres, que
jubilosas descendieron por los salones y jardines, era una perfumada
florescencia.

Fue tanta la conmoción, que en los días posteriores hubo que dar
puerta franca para que el público entrara a admirar sus instalaciones,
'quedándose boquiabierto', con la belleza, lujo y el confort
incomparables.
 
Para aquella época  fue el sitio por excelencia de  las  vacaciones
de J V Gómez y sus invitados, además  recibió a excelentes visitantes
del exterior siendo uno de los más prestigioso el cantante de tango
Carlos Gardel que recibió un elegante agasajo en su visita a Venezuela
el 25 de abril de 1935 y quedo fascinado por lo majestuoso del lugar
prometiendo regresar a visitarlo y hospedarse por unos días, pero esa
promesa  no se cumplió porque al poco tiempo luego de su visita a
Venezuela fallecería trágicamente en la ciudad de Barranquilla en
Colombia ese mismo año..

Hoy EL MIRAMAR  es un viejo de  mohosas barbas que, herido de muerte por el abandono, agoniza frente a su eterno compañero: el mar y según los pobladores alberga a los espíritus de muchos que tenían a EL
MIRAMAR como su refugio obligado los fines de semanas y vacaciones

Mi papá nos contaba a mis hermanos y a mi  que en las noches era común ver a personas entrar y salir  con ropa de época de los años 30, lo vecinos del lugar escuchaban música proveniente del hotel, pianolas,
piano, personas cantando  y el sonido característico que originan las
reuniones donde hay muchas gente.

 Dicen que era normal ver  muchos  hombres vestidos de militares
siguiendo a un señor mayor de bastón y bigotes gruesos canosos,
seguidos por los ladridos de un perro aullando y en ese lugar  ni los
perros se acercaban.


Eso era muy frecuente, en la ahora casa abandonada, cuando algunos
curiosos los más valientes de la zona se acercaban al lugar entre esos
mi papá  no encontraban ni veían nada ni  escuchaban sonido alguno. El
silencio embargaba el lugar y solamente el viento frío que proviene
del malecón producía un sonido que parecía un silbido agudo, lento y
misterioso.

Una día mi papá para ganarse unos dólares porque en esos años el dólar
era a 4,30 y venían muchos turistas y pagaban bien por el recorrido a
el malecón y el Hotel Miramar  decidió  ya casi de noche exactamente
el 25 de Abril de 1975, llevar a  un grupo de turistas puertorriqueños
, recorrían las inmediaciones del hotel cuando de pronto alguien dijo
ver  sombras moviéndose en la oscuridad de uno de los salones, algunos
se rieron pero de pronto todos vieron claramente el fantasmas del
zorzal del barrio, Carlos Gardel sonreído y trajeado elegantemente.
 Al principio no les dio miedo pensando que era una de las atracciones
del lugar, alguien disfrazado de Gardel por haber sido uno de los
visitantes del lugar pero vieron en cuestión de segundos como esa
figura se iba disipando hasta desaparecer en sus ojos tanto hombres
como mujeres corrieron y gritaron diciendo fantasma, fantasma, ese día
se conmemoraban  40 años de que Gardel disfrutara de un suculento
almuerzo en ese salón.
Los turista todos corrieron y el se armo de valor  y  de pronto el
piano empezó a tocar música sin nadie que lo tocara era música
europea, y tango..

Al cabo de una hora se regó por todo el pueblo lo de la aparición  de
Carlos Gardel dicen que subieron algunas personas y solo escucharon
ruidos extraños, el sonido de un piano y el ladrido feroz de un perro
que parecía estar atacando a alguien. De pronto mi papá que se había
quedado en el hotel corriendo, sudoroso y muy agitado salio gritando:
"vayámonos todos de aquí  GARDEL esta penanando y un gentío más" y
siguió corriendo.

Al llegar al pueblo papá se metió en un botiquín de mala muerte y
comenzó a beber y decía que  cuando entro a la casa con los turistas
había un silencio sepulcral, y cuando  llegaron a un sitio que parecía
una sala grande y por el resplandor de la luz de la calle que entraba
por algunas ventanas sin vidrios se dio cuenta que había un piano
viejo y muchos muebles cubiertos con tela que parecían fantasmas
sentados, esperándolos y salio en ese mismo instante Carlos Gardel.


 Entonces dice que cerca del piano  apareció un perro enorme de color
negro, sus ojos eran de color rojo y brillaban en la penumbra, el
animal empezó a ladrarle con ferocidad. El se asusto y salio corriendo
como alma que lleva el diablo. Se escondió en un armario roto al que
llegaba la tenue luz de la calle y se quedo allí largo rato esperando
que el perro se fuera.


Cuando salio  vio varios bultos que se movían como de un lado a otro,
una luz brillante iluminó la sala y en medio de ella estaba una niña,
pálida como un cadáver, sus ojos y boca estaban huecos y mirándolo
fijamente le dijo:


 Yo he vivido aquí con mis padres que eran empleados de servicio de
este hotel, un día fallecimos por culpa de la tuberculosis que mató a
varios de los que aquí trabajaban, pues los explotaban y los hacían
trabajar más de lo debido sin casi darles alimento.
 Eso nos fue debilitando y por ello muchos morimos. A mis padres y a
mí nos enterraron en un espacio que hay en el malecón frente al hotel
y salimos  a buscar quien no dé cristiana sepultura a todos porque
fuimos enterrados en fosa común.
 Por eso, cuando la gente pasa de noche por el lugar se asusta cuando
nos vé. Entonces mi papá miro a su alrededor y vio varios cadáveres o
fantasmas que lo miraban  como si se burlaran del. Él estaba muy
asustado, y en ese instante, recordando un consejo de mi madre- se
persigno y desaparecieron de inmediato.
El quería salir del lugar, pero  dice que sentía que lo obligaban a
seguir explorando aquel pasillo largo y oscuro donde se encontraba.
Camino hacia el lado oeste que da hacia el malecón y en ese momento un
olor nauseabundo y fétido penetró en el lugar, casi se asfixio y grito
tan fuerte como pudo DIOS PROTEGEME  y al hacerlo sintió una extraña
presencia detrás de él,  no sabía que era pero la sentía pues cuando
caminaba ella también lo hacía, el paraba y ella de igual forma se
paraba.
       Antes de llegar a las ventanas que dan hacia el malecón
continuó  relatando papá encontró  un cuarto y quiso ver que había  en
él, y vio a los cuerpos de un hombre y una mujer estaban como dormidos
en camisones largos.
Y al voltear para irse hacia la calle empezó a mirar urnas como de
maderas a su alrededor  eran féretros en los que varios difuntos
estaban sentados mirándolos sonrientes como los que vio en la sala
donde  vio a la niña.
Otra vez gritó pero esta vez les dijo déjenme en Paz carajo vayan a
donde tienen que estar con los muertos y todo desapareció. Allí fue
cuando agarro valor cuando escucho las voces de los curiosos que
llegaron  y empezó  a correr a lo largo de todo el pasillo y a medida
que lo hacía vio de nuevo a la niña, al perro, al piano, a los
esqueletos y calaveras  sin parar hasta hallar a la gente del
pueblo.".
Todos escuchábamos aterrorizados esos cuentos de mi papá, pero gracias
a esos espíritus estamos vivos porque en el año 99 un mes antes del
deslave mi papá soñó con la niña y le dijo sal de aquí llévate a tu
gente  o si no  todos morirán en la desgracia el hablo con mi mamá y
decidimos alquilar la casa estaba cerca de la plaza de las palomas, y
nos fuimos a vivir a Catia en Caracas exactamente 20 días después
ocurrió la tragedia la casa desapareció junto con la pareja que se
mudo y sus dos pequeños hijos  les aseguro por la salud de mis hijos
que esto sucedió tal como se los he relatado.
 Hasta el sol de hoy desde ese día le mandamos hacer misas a esa niña
y a todos los muertos que vio papá  el 25 de abril en el hotel en
forma de gratitud tenemos mucha gente amiga en la zona y nos dice que
todavía  las almas en pena y los fantasmas del hotel MIRAMAR, se
sienten y papá dice que así será hasta que alguien consiga esa fosa
donde fueron enterrados. Espero que  lean mi correo e  investiguen  si
hay casos de este tipo en algún otro hotel donde proliferen espantos y
espíritus , cuídense y felicitaciones por tu programa se despide  Ana
Maria..

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