Vistas de página en total

lunes, 1 de noviembre de 2010

Las mejores y peores formas de morir



 
No todas las agonías son iguales. Unas pueden ser dolorosas, y otras
dulces como un sopor. Si te interesa saber QUÉ SE SIENTE al morir,
aquí tienes algunos ejemplos.

Decapitado
¿Guillotina o hacha? Da igual, porque si nos cortan la cabeza, nada
nos librará de sufrir dos segundos de dolor extremo. La cuchilla
cercena los huesos que unen la cabeza al cuerpo, y eso, según explicó
el forense Harold Hillman en New Scientist: "Tiene que causar un gran
dolor". Grande, pero breve, ya que dos segundos después caeremos
inconscientes por la hemorragia, aunque el cerebro conservará aún
sangre y oxígeno para sobrevivir 15 segundos mas. ¿Explica eso los
casos de cabezas cortadas que mueven los ojos o la boca? Según
Hillman, solo son espasmos involuntarios causados por la agonizante
química cerebral.

Ahogado
Aunque muramos en el mar, puede que nuestros pulmones sigan estando
secos. ¿Por qué? Gracias a la laringe, cuyos espasmos impiden el paso
del agua al aparato respiratorio. Pero ni eso nos salvará… El agua
anegará el estómago, y la falta de oxígeno hará que se nos amorate el
rostro y que el cerebro sufra un coma mortal en unos minutos.

Intoxicado con Gas
El monóxido de carbono provoca una muerte rápida e indolora; por eso
lo llaman el asesino silencioso. En caso de intoxicación, el CO2
sustituye al oxígeno en el organismo, ya que su afinidad para
mezclarse con la sangre es 250 veces superior. La víctima solo nota un
dolor de cabeza seguido de náuseas. Lo más probable es que se quede
dormida antes de morir, pero si intenta huir, no podrá moverse. Los
músculos están agarrotados por el gas, y el desdichado solo puede
reptar unos metros.
 
Quemado
¿Qué podemos hacer si el fuego nos rodea? Esperar un milagro, porque
en sólo unos segundos las llamas prenderán nuestros cabellos e irán
consumiendo, por este orden, las manos, los hombros, el pecho y el
rostro; aunque no veremos cómo nuestro cuerpo se calcina, ya que los
glóbulos oculares estallarán al contacto con el fuego. Se estima que
el dolor es mil veces superior al que se siente al poner la mano sobre
una sartén al rojo, y dura diez minutos, lo que tardan las llamas en
achicharrar los nervios. Pero, probablemente, moriremos antes por las
gravísimas heridas.

Sediento
Ya que el exceso de alcohol causa una ligera deshidratación, podemos
imaginar que morir de sed provoca un dolor de cabeza cien veces
superior al de la peor resaca que recordemos. Porque, debido a la
falta de agua, el cuerpo se nutre del líquido cefalorraquídeo del
cerebro, y por tanto, lo seca. Además, tras dos días sin beber,
dejamos de orinar y los riñones se hinchan como un globo, lo que causa
un dolor similar a una puñalada; los ojos se secan y endurecen como si
fueran de cristal. La agonía dura de tres a siete días.
 
Asfixiado
Un hueso de pollo atascado en las vías respiratorias, o las manos de
un estrangulador alrededor de nuestro cuello, provocan la hipoxia, que
es la falta del suministro necesario de oxígeno a los tejidos y al
cerebro. Las células sanguíneas, desoxigenadas, pierden su color
rojizo y adquieren un tono morado que se refleja en la piel. La
víctima pierde la conciencia en pocos minutos, y muere de un paro
cardíaco
 
Congelado
Algunas víctimas de muerte por hipotermia se desnudan antes de
fallecer, aunque se ignora la causa. Lo que sí se sabe es que el
peligro comienza cuando la temperatura corporal baja a 35ºC. Tras los
escalofríos iniciales, las manos se entumecen, señal de que nos quedan
90 minutos de vida. Los vasos sanguíneos se hielan, lo que impide la
circulación: en una hora, las extremidades estarán congeladas y el
dolor será atroz. Ates de caer inconscientes por falta de riego
cerebral, algunos se desnudan. ¿Por qué? Las alucinaciones pueden ser
la causa.
 
Desangrado
Tenemos cinco litros de sangre en el cuerpo; perderla toda puede
llevar desde unos minutos hasta horas, según el tipo de herida. Al
sabio romano Petronio, que se suicidó cortándose las venas durante un
banquete, le dio tiempo a hablar de filosofía. ¿Pero sufrió? En
absoluto. Podemos perder hasta el 15% de la sangre sin sentir más que
un mareo. Pero conforme aumenta la hemorragia, sufriremos una grave
hipotermia, hasta que, tras perder 2,5 litros de sangre, entremos en
coma.

Desde las alturas
La caída desde altura está ciertamente entre las formas más rápidas de
morir; la velocidad Terminal es de aproximadamente 200 kilómetros por
hora, la cual se alcanza si uno se cae desde unos 145 metros más o
menos. Un estudio realizado sobre caídas mortales se que el descubrió
que el 75% de las víctimas mueren en los primeros segundos, o minutos,
tras el aterrizaje.

No hay comentarios: