Yo estudio la Universidad acá en Mexicali. Un día, para celebrar que el curso terminaba, fuimos a un autoservicio a comprar unas cervezas y botana para ir a algún lado. Acordamos después de tomarnos más de una, ir a el cementerio más alejado. Está casi perdido y medio abandonado. ·El Centinela· es el nombre del cementerio.
Íbamos de camino y recibimos un mensaje a uno de los celulares. El mensaje decía:
El punto es que llegamos al cementerio y nos preguntamos -ya que iban 3 carros- si alguien lo había mandado, lo malo es que cuando quisimos hablarle al del celular nos decía que el número no existía. Nos dio miedo pero también se nos subió la adrenalina.
Llevábamos una cámara para grabar lo que pasaba, entramos al cementerio, ahora sí hacía frío... de noche y con camisas delgadas. La verdad, el frío se siente más en un lugar así. Llevábamos las cervezas y seguíamos caminando en el cementerio, entonces llegamos a lo que era la capilla del lugar, ahí la cámara empezó a fallar y se apagó la luz. No llevábamos lámparas así que alumbrábamos con la poca luz de los móviles. Adentro de ahí se cerró la puerta pero por el viento, el miedo nos estaba jugando malas pasadas.
Salimos del lugar pero seguíamos dentro del cementerio, afuera oíamos ruido como de risas pero de burla, no normales. Llegamos a un árbol ya casi en la salida del cementerio, y ahí sentada en una rama se veía a una mujer de cabellos blancos y con mirada sombría. Una amiga pegó un grito, volteamos y la vimos. ¡Fue aterrador! Eran más de las 3 am y habíamos llegado ahí como a las 9 pm, o sea que habíamos pasado muchas horas en ese lugar y el tiempo había pasado muy rápido.
Buscamos la salida y llegamos a los carros pero se oían los gritos detrás de nosotros. Los autos no abrían y los celulares ya no tenían señal. Era de verdad aterrador...
A fuerza de golpes abrimos los carros, entramos y nos fuimos del lugar. El regreso fue de verdad horrible, todos callados y las radios no prendían....
Cuando llegamos al siguiente día, no hablamos mucho ni nada pero acordamos ver el vídeo. Cuando lo pusimos en el vídeo sólo se veía la primera parte, de la siguiente sólo se oían voces nuestras y de otras personas que no éramos nosotros. Después se apagaba, pero cuando la íbamos a quitar volvió a seguir grabando, o sea que lo que pasó se grabó... pero no todo, sólo se veía el piso, los gritos y la tierra... Se oye cuando dije P...ta Madrr, esto no puede estarnos pasando...
DE VERDAD FUE ALGO ESCALOFRIANTE.
Íbamos de camino y recibimos un mensaje a uno de los celulares. El mensaje decía:
El punto es que llegamos al cementerio y nos preguntamos -ya que iban 3 carros- si alguien lo había mandado, lo malo es que cuando quisimos hablarle al del celular nos decía que el número no existía. Nos dio miedo pero también se nos subió la adrenalina.
Llevábamos una cámara para grabar lo que pasaba, entramos al cementerio, ahora sí hacía frío... de noche y con camisas delgadas. La verdad, el frío se siente más en un lugar así. Llevábamos las cervezas y seguíamos caminando en el cementerio, entonces llegamos a lo que era la capilla del lugar, ahí la cámara empezó a fallar y se apagó la luz. No llevábamos lámparas así que alumbrábamos con la poca luz de los móviles. Adentro de ahí se cerró la puerta pero por el viento, el miedo nos estaba jugando malas pasadas.
Salimos del lugar pero seguíamos dentro del cementerio, afuera oíamos ruido como de risas pero de burla, no normales. Llegamos a un árbol ya casi en la salida del cementerio, y ahí sentada en una rama se veía a una mujer de cabellos blancos y con mirada sombría. Una amiga pegó un grito, volteamos y la vimos. ¡Fue aterrador! Eran más de las 3 am y habíamos llegado ahí como a las 9 pm, o sea que habíamos pasado muchas horas en ese lugar y el tiempo había pasado muy rápido.
Buscamos la salida y llegamos a los carros pero se oían los gritos detrás de nosotros. Los autos no abrían y los celulares ya no tenían señal. Era de verdad aterrador...
A fuerza de golpes abrimos los carros, entramos y nos fuimos del lugar. El regreso fue de verdad horrible, todos callados y las radios no prendían....
Cuando llegamos al siguiente día, no hablamos mucho ni nada pero acordamos ver el vídeo. Cuando lo pusimos en el vídeo sólo se veía la primera parte, de la siguiente sólo se oían voces nuestras y de otras personas que no éramos nosotros. Después se apagaba, pero cuando la íbamos a quitar volvió a seguir grabando, o sea que lo que pasó se grabó... pero no todo, sólo se veía el piso, los gritos y la tierra... Se oye cuando dije P...ta Madrr, esto no puede estarnos pasando...
DE VERDAD FUE ALGO ESCALOFRIANTE.
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