Atlandita y sus Atlantes
Atlantida segun Wikipedia: Atlántida (en griego antiguo Ατλαντίς νῆσος, Atlantís nēsos, ‘isla de Atlantis’) es el nombre de una isla legendaria desaparecida en el mar, mencionada y descrita por primera vez en los diálogos Timeo y el Critias, textos del filósofo griego Platón.
La precisa descripción de los textos de Platón y el hecho que en ellos se afirme reiteradamente que se trata de una historia verdadera, ha llevado a que, especialmente a partir de la segunda mitad del siglo XIX, durante el Romanticismo, se propongan numerosas teorías sobre su ubicación. En la actualidad se piensa que el relato de la Atlántida, según la interpretación literal de las traducciones ortodoxas de los textos de Platón, presenta anacronismos y datos imposibles, sin embargo se ha apuntado que la leyenda pueda haber sido inspirada en un lejano fondo de realidad histórica, vinculado a alguna catástrofe natural pretérita como pudiera ser un diluvio, una gran inundación o un terremoto.
La Atlántida ha servido de inspiración para numerosas obras literarias y cinematográficas, especialmente historias de fantasía y ciencia-ficción.
La leyenda cuenta que la Atlántida era una isla de grandes dimensiones, se podría considerar un continente, según algunas hipotesis en el Mediterráneo, en otras versiones en el Océano Atlántico, fue destruída por un terremoto o tsunami que inundó totalmente sus tierras dejándola por siempre sumergida bajo las aguas y olvidada en el pasado.
Sus habitantes poseían una tecnología y cultura muy superior a la de los contemporáneos de su época y fueron decisivos en los avances de todas las culturas mundiales. Su ubicación les permitía el acceso a culturas tan dispares como la egipcia y la Maya y eran consumados viajeros, dominando con sus barcos todos los mares y océanos del planeta. La similitud entre estructuras arquitectónicas como las piramides Mayas y Egipcias, o el parecido fonético de algunas palabras en culturas separadas por aguas y miles de kilómetros de distancia se deben según los partidarios de la existencia de dicha isla o continente y a la influencia que los Atlantes (nombre con el que habitualmente se designa a los habitantes de la Atlántida) gracias a su avanzada tecnología marcaron culturas de todo el mundo.
Nacimiento y Caída de la Atlántida
La leyenda de la Atlántida parte de Platón hacia el 350 a.C., el cual, en los diálogos Timeo y Critias, cuenta la historia de una civilización floreciente que vivía en una isla "más allá de las columnas de Hércules" (nombre antiguo del Estrecho de Gibraltar). Él aseguraba basarse en el sabio griego Solón, que 200 años antes decía haber oído en Egipto que una isla había sido destruida "al oeste" como consecuencia de un gran cataclismo que la sumergió en las aguas en tan solo unas horas. En más o menos 20 páginas describe esta floreciente cultura, sus ciudades y abundancias y como debido a una afrenta a los dioses (eran adoradores de Poseidón) fueron castigados y una serie de cataclismos les sumergieron en las aguas.
Hasta aquí podría parecer la típica historia moralista tan habitual en Mitología griega, pero numerosos estudiosos a lo largo de la historia han buscado su significado real pues en gran cantidad de culturas existen mitos similares a los de la Atlátida de Platón, según algunos de ellos existe una especie de memoria histórica o componente real en dicha historia y si bien la mayoría de las hipotesis fueron desestimadas por falta de pruebas o demostrada su invalidez, es cierto que de tratarse de un leyenda fue de gran difusión en una edad tan temprana del hombre que pervivió en diferentes y dispares culturas.
Ubicación de la Atlántida
La imagen romántica de una isla fabulosa tragada por el mar, ha significado que su ubicación haya sido buscada desde la época de Platón, aunque nadie está seguro si existió realmente muchos son los investigadores que la buscaron, una empresa no del todo descabellada, pues al fin y al cabo también la Troya de Homero se creía producto de la fantasía, hasta que el arqueólogo Heinrich Schliemann la descubrió en 1903. Las ubicaciones sugeridas para la Atlántida, incluyen lugares diversos a continuación enumeraré algunas de las ubicaciones más nombradas:
En el Mar Mediterráneo - Del relato de Platón se deduce que la civilización atlante debió florecer hace más de 12.000 años. Este dato no puede ser exacto en ningún caso, puesto que en aquellos remotos tiempos todavía no existía ninguna cultura evolucionada que trabajara los metales, estuviera gobernada por reyes y dominara los mares con sus barcos. En cuanto a la localización del misterioso continente, el texto del filósofo ateniense lo sitúa "más allá de las Columnas de Hércules", y esto significaba, según la concepción de la antigüedad, al otro lado del estrecho de Gibraltar, es decir, en el océano Atlántico. Pero atención, recordemos que la fábula procede de los antiguos egipcios y, para ellos, la isla perdida se llamaba Keftiu (el nombre que tenían para Creta). La fuente de información de Platón, el legislador y estadista Solón, pensaba naturalmente en griego, de modo que traduciría las indicaciones del sacerdote egipcio a su propia lengua, pudiendo producirse por esto algunos equívocos. Posiblemente los egipcios tenían en mente un lugar totalmente diferente al referido por Solón, ya que para esta civilización confinada en el valle del Nilo, el mundo conocido terminaba no ya en el Atlántico, sino en el mismo Mediterráneo.
La teoría que desde 1909 ha sumado más adeptos afirma que la Atlántida fue Creta u otra isla cercana, la de Santorini. Por consiguiente, la civilización atlante se identificaría con la minoica. Son muchos los datos que apoyan esta tesis. Para los antiguos egipcios, Creta constituía un lugar de interés a causa de su cercanía y su fuerza, aunque resultaba casi inaccesible debido a su ubicación en mitad del Mediterráneo. Por otro lado, la decadencia y caída de esta civilización encaja con el dramático final descrito por Platón: hacia el año 1500 a.C. una tremenda erupción volcánica en la isla de Thera (hoy llamada Santorini) originó terremotos, tsunamis y lluvias de cenizas que acabaron por dar el golpe de gracia a aquella cultura de la Edad del Bronce, que ya había sufrido anteriores seísmos.
La fecha es lo único que no concuerda, pues recordemos que, según Platón, la Atlántida debió florecer alrededor de 12.000 años atrás. Sin embargo, pudo ocurrir que el informador egipcio de Solón se hubiera basado para sus cálculos en uno de los calendarios lunares al uso en aquella época, confundiendo al griego, quien habría tomado los años lunares por solares. En tal caso, la fecha referida por el sacerdote sería el año 1200 a.C. aproximadamente, lo cual coincide, admitiendo un margen de tolerancia de dos o tres siglos, con la explosión de Thera.
En cualquier caso, por bien que suene esta hipótesis -desarrollada y defendida sobre todo por los investigadores griegos Angelos Galanopoulos y Spyridon Marinatos- también tiene sus puntos débiles. Así, la clasificación cronológica de los diferentes estilos cerámicos de la isla de Santorini demuestra que esta cultura sobrevivió al menos cincuenta años a la erupción del volcán. La Atlántida no se hundió, por tanto, en este lugar. Y menores son las posibilidades de que se tratara de la cercana isla de Creta; Cnosos, el centro de la cultura minoica, no se colapsó hasta algunos siglos después de la erupción del volcán y, como todos sabemos, la isla continúa en su sitio.
En el Océano Atlántico - El relato de Platón hablaba de una enorme isla "más allá de las columnas de Hércules" este dato hacia suponer que debía encontrarse en el Océano Atlántico y durante siglos investigadores del tema la situaron en dicho emplazamiento. Dicha teoría fue totalmente rechazada en 1.950 cuando se demostró la tectónica de placas y se comprobó que no existen ni existieron vestigios de ningún continente sumergido.
Hasta que dicho teórico emplazamiento se demostró que no era correcto, investigadores como Ignatius Donnelly, quien publicó su libro Atlantis: The Antidiluvian World en 1882, obra que conocería más de cincuenta ediciones y que sirvió de punto de partida para numerosas teorías posteriores. Donnelly estudió los enigmas de distintas culturas y elaboró a partir de tan misteriosos ingredientes una hipótesis irresistible: la Atlántida fue un continente entre Europa y América que se sumergió y que incluso llegó a constituir un puente terrestre entre ambos mundos.
Los principales datos que corroborarían su teoría son los siguientes: la lengua de los aztecas posee asombrosas semejanzas con la de los egipcios. (Esto no es exacto, dicen los escépticos; el parecido procede de una interpretación errónea de los signos de la escritura azteca). Los egipcios no fueron los únicos que construyeron pirámides; también los antiguos pueblos centroamericanos levantaron este tipo de estructuras, de modo que debió existir algún contacto entre ellos. (Tonterías, afirman los detractores de Donnelly; una forma geométrica tan elemental puede inspirar a cualquier arquitecto espontáneamente, sin que tenga que copiar de nadie).
Donnelly no ofrecía nuevas pruebas de la existencia de la Atlántida, sino una síntesis tan brillante como persuasiva de las ya existentes, echando mano de informaciones procedentes de campos tan diversos como la arqueología, la oceanografía, la filología, la geología, la historia, la mitología, la etnología, la zoología y la botánica para argumentar la historia de Platón y con la intención de demostrar que sin un continente que hubiera servido de puente las coincidencias que proponía no hubiesen podido darse.
La Atlántida en América - Al ser descubierto el nuevo continente surgió como es lógico una nueva teoría, ¿Podría ser América el continente descrito por Platón?, ¿era posible que las tierras descubiertas por Cristobal Colon fueran parte de la isla soñada?
La respuesta parecía ser no pues parecía muy improbable con la tecnología de la época que relataba Platón pudiesen realizarse viajes en barco a tan larga distancia y más cuando se describían flotas de 1200 barcos que conquistaban allá por donde pasaban con sus tropas. Un dato cuando menos curioso sobre esta teoría es el siguiente:
En una sesión de trance realizada en 1933, el vidente norteamericano Edgar Cayce describió de una forma colorista y fantástica la vida en aquella antigua civilización, prediciendo, además, que una parte de ella sería encontrada en el año 1968. Y en efecto, un año más tarde de lo vaticinado se descubrieron en el fondo marino frente a las Bahamas ciertas estructuras aparentemente realizadas por la mano humana. La localización de la Atlántida en esta zona ya había sido propuesta por otros investigadores, que sin duda se remitían a los datos aportados por el geógrafo romano Marcelo, del primer siglo antes de nuestra era. Según él, el continente perdido habría estado integrado por siete islas pequeñas y tres grandes, la mayor de ellas de 1.000 estadios de diámetro, lo que equivale aproximadamente a 200 kilómetros.
¿Debemos, pues, buscar los restos de la Atlántida en el Caribe? La mayor de las islas antillanas, La Española, tiene un tamaño que coincide más o menos con el calculado por el sabio Marcelo. Sin embargo, estas especulaciones tienen muy poco que ver con la descripción de Platón. Las formaciones de piedra encontradas son según los expertos tan solo una formación rocosa insólita y no tienen nada que ver con la mano del hombre y aún en el caso de ser estructuras arquitectónicas creadas por el hombre parece muy poco probable que perteneciesen a la Atlántida que relataba Platón y con casi total seguridad serían parte de una cultura megalítica aun desconocida.
Conclusiones
La tectónica de placas no deja lugar a dudas, no hay lugar para la Atlántida, ningún continente o isla de dimensiones como las descritas pudo haberse sumergido o inundado sin dejar pruebas de ello. Por lo cual tenemos que pensar que de ser algo mas que un mito deberíamos buscar la Atlántida entre las tierras ya conocidas, probablemente una isla mediterranea, alguna región europea que fuera mal interpretada en los mapas o traducciones de textos antiguos, otras hipotesis barajan la posibilidad de que se tratara de las Azores e incluso en Suecia.
Aún así no deja de ser fascinante como durante siglos se ha buscado un continente idílico y existen tal cantidad de textos a lo largo de la historia aportando pruebas de su existencia.
dijo:
La Atlántida no era un continente sino una isla de aproximadamente 500 km2, y su hundimiento se debió a un crecimiento desorbitado de energía lumínica causado por una investigación científica mal hecha.
La isla estaba situada cerca del Mar Mediterráneo y no tenía ninguna relación con las Antillas, las Canarias o las Azores, y menos aún con el Triángulo de las Bermudas.
La Atlántida era una ciudad muy avanzada, al punto de haber construido enormes cúpulas energéticas que aislaban a la ciudad de los cambios climáticos externos.
Platón habló por primera vez de la Atlántida en sus diálogos Timeo y Critias, escritos hacia el 350 a.C. Desde entonces, se han realizado infinidad de conjeturas, tanto para demostrar su existencia como para negarla. Aristóteles, el discípulo de Platón, opinaba que la historia de la Atlántida era una ficción, inventada por su maestro: "El hombre que la soñó la hizo desaparecer." Otros autores antiguos como Estrabón, Plinio el Viejo o Plutarco no estaban tan seguros, pero tampoco se atrevieron a apoyar su existencia histórica. Ya en la Edad Media se puso en duda la opinión de Aristóteles, con lo que comenzó la discusión que dura hasta la actualidad.
La Atlántida es uno de los mitos mundiales más antiguos y narra la historia de una civilización floreciente que vive en una isla "más allá de las columnas de Hércules". Platón citaba como fuente al historiador Solón, que 200 años antes había oído hablar en Egipto sobre la destrucción de una isla "al oeste". Platón convirtió el mito de la isla destruida en una parábola sobre una civilización que, cegada por su propio poder y esplendor, desafía a los mismo dioses, por lo que es destruida en un día y una noche, sobre el año 9.500 a.C., aunque ni siquiera en este particular hay acuerdo entre los autores: la fecha de destrucción de la Atlántida varía entre el 10.000 a.C. y el 8.500 a.C.
¿EXISTIÓ REALMENTE LA ATLÁNTIDA?
La verdad sobre la Atlántida.
Estimado profesor Velmont: Soy oriunda de Chile y profesora de historia. Ninguna duda cabe de que el tema de la Atlántida es uno de los que más fantasías ha despertado en todas las épocas. Desde que Platón escribiera sus diálogos han habido mil y una opiniones acerca de su verdadera existencia. Quienes no la apoyan, consideran que es un mito inventado por Platón para ilustrar su teoría de la república ideal. Sin embargo, durante cientos de años se pensó que la Troya de la que Homero nos habló en la Ilíada era una ficción poética, hasta que Heinrich Schliemann la desenterró en 1871 siguiendo los textos al pie de la letra. De este modo, Schliemann demostró que los mitos tienen un valor histórico, y que no deben ser tomados como meras fantasías. ¿Cuál es la opinión del Grupo Elron sobre la Atlántica? Esperando su respuesta les mando un saludo a todo el grupo y en especial a usted y al profesor Olguín.
RESPUESTA
Apreciada Nunki: En primer lugar te informo que la Atlántida no es un mito sino que existió realmente. No obstante, se han emitido tantas teorías, algunas completamente disparatadas, que el tema de la Atlántida ya es sinónimo de confusión. Como nuestra norma es no emitir teorías, que podrían traer aún más confusión de la que hay, hemos preguntado en sesión de contacto telepática, celebrada el 13/6/02, a nuestro Guía espiritual Ron Hubbard. ¿Qué mejor, entonces, que transcribir los diálogos que hemos sostenido con él sobre este tema?
Interlocutor: Maestro, nosotros sabemos que la Atlántida existió, pero no tenemos información clara sobre ella. Muchos nos han preguntado y realmente no supimos qué decir. Sin embargo, hay pocos temas sobre los que se ha escrito tanto. La escritora Isabel Ariño brinda en la Red la siguiente información sobre este supuesto mito:
"El filósofo griego Platón escribió unas obras, denominadas «Diálogos», en las que trataba de explicar su concepción del mundo. Dos enigmáticos diálogos fueron los llamados Timeo y Critias. En ellos, en apenas unas líneas, unas veinte páginas de un libro normal, Platón escribió la noticia acerca de un continente gigantesco que había desaparecido en un sólo día y una noche, tragado íntegramente por el océano. Platón citaba como fuente al historiador Solón, quien habría oído en Egipto la historia de la desaparición de una «isla del oeste». Eso ocurrió, según Platón, 9.500 años antes de su época (427-347 a.C.), y la isla tenía una superficie de once mil kilómetros cuadrados, más grande que China. Los atlantes habrían construido una sociedad superdesarrollada pero se alejaron de su dios y sobrevino el castigo divino, haciéndolos desaparecer para siempre. Al parecer Platón iba a escribir las razones de Zeus o su homólogo dios de los atlantes para condenarlos así, pero la muerte no le dejó terminar esa parte de sus Diálogos".
La primera pregunta que le hago, entonces, es sobre qué era en realidad la Atlántida.
Ron Hubbard: La Atlántida era una ciudad levantada en una isla. En aquel entonces, como no había tantos escritos, los ancianos de las distintas regiones transmitían en ruedas de consejos la historia de la Atlántida como supuestas leyendas. Platón captó una de esas leyendas y la plasmó por escrito.
Interlocutor: En concreto, entonces, la Atlántida existió y no es un mito en absoluto.
Ron Hubbard: Así es, y era una isla y no un continente como se dice.
Interlocutor: ¿Dónde estaba situada?
Ron Hubbard: Estaba cerca del Mar Mediterráneo.
Interlocutor: ¿La isla tendría 11.000 km2, es decir, era algo mayor que China?
Ron Hubbard: No, diez veces menos: 400 o 500 km2.
Interlocutor: ¿A qué se debió su desaparición?
Ron Hubbard: Fue destruida a causa de un crecimiento desorbitado de energía causado por una investigación mal hecha.
Interlocutor: ¿Investigación sobre la energía nuclear?
Ron Hubbard: No, investigaciones sobre la energía lumínica.
Interlocutor: ¿Se hundió enseguida?
Ron Hubbard: Así es, después de tremendos cataclismos. El hecho de haber experimentado con energía lumínica provocó temblores en la corteza terrestre, y hubo muchos terremotos que destruyeron la ciudad.
Interlocutor: ¿Cuánto tardó en hundirse, dos meses, tres meses?
Ron Hubbard: No, muchísimo menos. el hundimiento ocurrió en pocos días, porque los cataclismos que se produjeron a causa de las investigaciones fueron verdaderamente gigantescos.
Interlocutor: ¿Estamos siempre hablando de cataclismos provocados por el factor humano y para nada de cataclismos naturales que pudieran haberlos acompañado?
Ron Hubbard: Se trató exclusivamente del factor humano.
Interlocutor: ¿En que fecha desapareció la Atlántida?
Ron Hubbard: Hace aproximadamente 24.000 años.
Interlocutor: ¿En esa época el resto del planeta estaba deshabitado?
Ron Hubbard: No, en absoluto. Había homo sapiens sapiens, aunque en estado primitivo.
Interlocutor: ¿Era una civilización avanzada?
Ron Hubbard: En ciertos aspectos, sí. Llegaron a tener enormes cúpulas energéticas que aislaban a la ciudad de los cambios climáticos externos.
Haz una pregunta más, porque el receptáculo está completamente desestabilizado.
Interlocutor: Está bien. Se dice que algunas islas, como las Antillas, las Canarias o las Azores son restos emergidos del "continente" de la Atlántida o bien las cumbres más altas del mismo.
Ron Hubbard: Descártalo por completo. Están cerca pero no tienen ninguna relación con la Atlántida.
Ron Hubbard: Menos aún, porque está del otro lado.
¿Cómo hicieron los atlantes para unir esencia y materia?
No todos los atlantes tuvieron la posibilidad de integrarse a la esencia y a la materia, porque en definitiva los atlantes fueron seres que estuvieron conectados con la materia y la esencia desde un lugar libre sin condicionamientos, generaron aperturas dentro del ser, pero no pudieron conservar su libertad porque se desconectaron, entregándose a una experiencia de materia que los desconecto de la esencia. Porque se centraron en un camino de desprendimiento de energía tal que desconectaron la posibilidad de un intercambio con aquellos seres que le estaban dando la información. Las pléyades y los seres que estaban conectados con ellos, generaron aperturas para que ellos continuaran eligiendo el camino de la libertad, pero se acercaron a un esquema de desconexión de la materia, integrándose a una experiencia que en ellos mismos no existía, porque aun no habían encontrado la sabiduría y porque se estaban integrando recién al conocimiento, por lo que los seres de las pléyades informaron sobre este camino, pero sin poder asimilarlo, por lo tanto, en una alternativa conectaron esencia y materia pero como no continuaron en la apertura y en el conocimiento, se desconectaron nuevamente de la materia para elegir el plano materia sin seguir conectándose con la esencia y esto produce un quiebre a nivel estructural, que fue lo que provoco el desprendimiento de materia que los unió nuevamente al centro de La energía creadora, hubieron de cambiar de plano para poder nuevamente comenzar en otra etapa como la que vosotros estáis viviendo en este momento, porque todos aquellos seres son también parte de vuestro camino y de vuestra evolución, simplemente porque todo va siendo, todo va integrándose a una experiencia nueva, en la medida que el ser va haciendo procesos.
¿Quiere decir que los atlantes existieron?
No solo participaron en un campo evolutivo, sino que también, tuvieron un lugar en este planeta. Aun no hay un registro, porque el verdadero sentido es que hubieron de desconectar todo lo que fuera materia para poder conectarse nuevamente con sus esencias, sin dejar rastros de lo que en verdad había sido un centro de energía, porque el verdadero espacio que ocupan en este momento esta dado por una experiencia nueva que es la que están generando en la medida en que se van uniendo a una experiencia mayor de la integración del ser en el contacto con la materia. Todos estos procesos fueron niveladores y vosotros en este momento estáis en una conexión similar, porque estáis logrando unir esencia y materia para poder armonizar y pasar a un plano evolutivo que os permitirá no solamente sobrevivir en este planeta sino acrecentar los valores del ser y poder generar aperturas para que todos habiten este planeta con total armonía, con total paz y con total libertad, simplemente porque hay una tarea que se esta desarrollando en todos aquellos seres que se están conectando consigo mismo y que están pudiendo alinearse en un campo evolutivo tal que las manifestaciones externas les servirá para dar fuerza y energía a la conexión con su ser interno. Por lo tanto, en las pléyades sigue el contacto hacia vosotros para que realicéis el proceso y liberéis de situaciones pasadas, cumpliendo con el presente y eligiendo el verdadero sentido en el campo evolutivo. seréis vosotros solos los que elegiréis este camino, pero en muchas ocasiones, aquellos seres que están conectándose con la experiencia del conocimiento en sí mismo, están logrando ya integrarse a este plano desde otro lugar.
La historia antigua de la Tierra nos cuenta que existió una civilización muy evolucionada que se llamó Atlántida, también nos narra como esta civilización desapareció en un gran cataclismo producido por sus propios habitantes. A pesar de que no existen evidencias arqueologicas de su existencia, la Atlantida forma parte de la memoria de nuestro inconciente colectivo y son muchas las informaciones que se han traido a la luz en los ultimos tiempos. Pero ¿que importancia tiene realmente esa antigua civilización para nuestros dias actuales? ¿que podemos aprender de su caida que nos sirva para hacernos mejores?
En su libro “El Antiguo Secreto de La Flor de La vida I” Drunvalo Melchizedek nos habla del efecto de cambio que produjo la caida de la Atlántida en nuestra vida actual. Nos dice... “Hace un poco menos de 13.000 años, paso algo muy dramático en la historia de nuestro planeta...... lo que pasó en el pasado está afectando todos los aspectos de nuestra vida actual. Todo lo que experimentamos en nuestra vida diaria, incluyendo las tecnologías particulares que usamos, las guerras que surgen, las comidas que comemos e inclusive la forma como percibimos nuestras vidas, son el resultado directo de una secuencia de eventos que pasaron durante los tiempos finales de la Atlántida. Las consecuencias de estos antiguos eventos cambiaron totalmente la forma como vivimos e interpretamos la realidad.....”
La Atlántida es descrita tambien por Platon como un continente ideal donde el nivel de conciencia de la humanidad había llegado muy alto, desplegando un desarrollo socia, cultural y político de gran armonia y paz.
Y Drunvalo nos sigue diciendo .... “Hubo un tiempo donde existimos con un muy alto nivel de conciencia en la Tierra, que iba mucho mas alla de lo que podemos hoy dia imaginar. Dificilmente podemos ahora tener la capacidad de imaginarnos donde estuvimos alguna vez, porque quienes éramos es algo fuera del contexto de quien somos ahora. Debido a eventos particulares que pasaron entre 16.000 y 13.000 años de antiguedad, la humanidad cayó desde ese lugar elevado de conciencia a través de muchas dimensiones y sobretonos, incrementando la densidad, hasta llegar a este lugar particular, que llamamos la tercera dimensión en el planeta Tierra, el mundo moderno.....”
El prana y el nivel de conciencia
Uno de los cambios mas importantes que se dieron con la caída de la Atlantida, por que se puede decir que fue una caída ya que fuimos descendiendo por los diferentes niveles de conciencia hasta llegar a la dimensión mas densa de la materia o tercera dimensión, tiene que ver con nuestra forma de respirar.
Se dice que los atlantes respiraban por un tubo energético de unos tres centimetros de diametro, que recorría el cuerpo desde la coronilla hasta el perineo, paralelo a la columna vertebral, por medio del cual absorbian energía vital o prana.
El prana es la palabra que los hindúes usan para nombrar a la energía vital, en realidad el prana es tan importante o más para la vida como lo son el aire, el agua o los alimentos. La energía vital o prana es la base de la vida, tiene la cualidad de traspasar las paredes y los objetos, absolutamente todo la contiene, sin la energía vital nada existiría.
Durante los Atlantes la forma de absober prana estaba intimamente ligada al campo electromagnético. Ellos sabian de la existencia de este campo alrededor del cuerpo, con forma de estrella de seis puntas o Estrella de David tridimensional que al activado genera una gran cantidad de energía.
Drunvalo apunta: “Antes de la caída de la Atántida, estábamos acostumbrados a absober prana simultáneamente desde arriba y desde abajo, haciéndo coincidir los dos flujos de prana dentro de cada uno de nuestros chacras…… Otro de los puntos de mayor importancia del cuerpo humano es la glándula pineal, la cual está localizada en el centro de la cabeza y ademas es un enorme factor en la conciencia.”
Con la caida, cambiamos nuestra forma de respirar para comenzar a hacerlo por la nariz, dejamos de respirar prana para respirar aire. Esto hizo que nuestra glándula pineal se atrofiara, se redujera por el desuso y cambiara nuestra percepción o conciencia de la realidad.
La consecuencia directa fue que comenzaramos a percibir la realidad en forma dual o en forma de conciencia polarizada. Y que todos coincidieramos en una forma determinada de ver el mundo a partir de la causa y el efecto, por ejemplo: bueno/malo, dia/noche, vida/muerte,
Y Drunvalo nos dice.... “!Todo esta conectado! Solo existe una Realidad y un Dios, pero hay muchas, muchas formas de interpretar esa única Realidad. De hecho, el numero de formas de interpretar la realidad es infinito. Existen ciertas realidades donde muchas personas han coincidido, a las cuales se les han llamado niveles de conciencia. Por las razones que examinaremos, existen realidades específicas en las cuales están enfocados una enorme cantidad de seres, que incluye en la que tu y yo estamos enfocados en este momento....”
El campo Merkaba
Los atlantes sabían que el cuerpo geométrico electromagnético podía hacerse girar por medio de la respiración para crear un campo contra rotatorio alrededor del cuerpo que llegaba a la velocidad de la luz y que por medio de este se podía entre otras cosas hacer viajes dimensionales. Con el evento generado por los atlantes este campo fue desacelerandose lentamente hasta parar y caer en el olvido.
Este campo se llama Merkaba y su utilidad consiste en “…darnos conciencia expandida de quien somos, nos conecta a niveles superiores de conciencia y restaura la memoria de las posibilidades infinitas de nuestro ser.”
El Merkaba es un campo de luz compues to por energía eléctrica y magnética, su forma al expandirse se asemeja al de una galaxia o a un plato volador. La palabra Merkaba que suena nueva a nuestros oidos, es por el contrario muy antigua, dicen que tiene origen egipcio y que a su vez esta formada por tres sílabas o palabras cada una con un significado diferente. MER significa luz, KA es la palabra egipcia para nombrar el espíritu, y BA significa realidad. En hebreo se escribe Merkavah que quiere decir carro o vehiculo. El Merkaba además de ser un campo contrarotatorio de luz, es también un vehículo que permite viajar en espíritu y en cuerpo físico entre las diferentes dimensiones.
El Merkaba es un campo de unos 16 a 18 metros de diámetro, proporcional a la altura de la persona en particular, es como una rueda de energía que se expande a nivel del coxis rodeando el cuerpo. Su forma total cubre la altura de la persona y es parecida a la de una galaxia o la de un platillo volador.
Fue solo hace algún tiempo que supimos de la existencia del Merkaba, este conocimiento habia quedado enterrado en el olvido después de la caída de la Atlántida. Una de las personas en recibir y traer esta memoria al planeta es Drúnvalo Melchizedek, quien nos ha enseñado una meditación que se basa en diez y siete respiraciones que nos permiten activar de nuevo este cuerpo de luz. Al activarlo comenzamos a respirar prana concientemente, se suceden muchos cambios, comenzamos a recordar quien somos, nuestra realidad inmediata cambia.
Esta meditación se enseña en en taller La Flor de La Vida, diseñado por Drunvalo para difundir esta enseñanza..
Extracto del libro: “ Los antiguos secretos de la Flor de La Vida” Volúmen I, por Drunvalo Melchizedek
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