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domingo, 10 de octubre de 2010

¿HAY QUIENES PUEDEN HABLAR Y ESCRIBIR EN OTROS DIALECTOS,LENGUAS E IDIOMAS SIN HABERLAS ESTUDIADO? CONOZCA QUE ES LA XENOGLOSIA

'Aunque se demuestre que la telepatía es cierta,' dijo un eminente biólogo a William James, 'los eruditos se unirían para suprimirla y ocultarla, porque perturbaría la uniformidad sin la cual los científicos no pueden llevar a cabo sus ocupaciones.'
Citado por Brian Inglis


Uno de los fenómenos psíquicos más asombrosos, el cual ha sido continua y deliberadamente ignorado por religiosos, escépticos y ateos, es la xenoglosia, la habilidad de hablar o escribir en un idioma extranjero que una persona nunca ha aprendido. Después de que todas las otras posibles explicaciones, tales como fraude, memoria genética, telepatía y criptonesia (recordar un idioma extranjero aprendido antes), han sido investigadas, la xenoglosia se toma como evidencia de memorias de un idioma aprendido en una vida pasada, o de comunicación con una entidad desencarnada, el espíritu de una persona.


Hablando y escribiendo un idioma nunca aprendido

Existen muchos casos registrados de adultos y niños hablando y escribiendo en idiomas que ellos nunca han aprendido. Algunas veces ocurre espontáneamente pero con más frecuencia ocurre cuando las personas están bajo hipnosis, o en un estado alterado de conciencia. En algunos casos sólo se recuerdan unas pocas palabras pero en otros casos la persona se hace totalmente fluente y capaz de conversar con interlocutores nativos en oscuros dialectos que no han sido usados por siglos.


El Dr Morris Netherton reporta un caso de un niño de once años, rubio y de ojos azules, quien bajo hipnosis fue posible grabar su voz durante once minutos mientras hablaba un antiguo dialecto chino. Cuando la grabación fue llevada a un profesor del Departamento de Estudios Orientales de la Universidad de California resultó ser una recitación proveniente de una religión prohibida en la Antigua China (Fisher 1986: 202).

El médium americano George Valentine, bajo trance, condujo sesiones en ruso, alemán, español y galés. El médium brasileño Mirabelli habló y escribió largos documentos técnicos en más de treinta idiomas, incluyendo sirio y japonés, en presencia de científicos y multitudes de hasta 5,000 personas (ver Capítulo 10 y Lazarus 1993:121)

En 1977, los doctores de una penitenciaría estatal en Ohio, USA, descubrieron que un violador convicto llamado Billy Mulligan había sido poseído por dos nuevas personalidades, ambas de las cuales se comunicaban en diferentes idiomas. Mulligan nació y se crió en USA y no hablaba ningún idioma extranjero, pero cuando era poseído por Abdul, Mulligan podía leer y escribir en perfecto árabe, mientras que como Rugen hablaba perfecto serbo-croata con un fuerte acento eslavo (Lazarus 1993: 83).
Comunicación en lenguas muertas

En algunos casos los sujetos bajo trance se han comunicado en idiomas que ya no están en uso, o que son conocidos sólo por unos pocos expertos.


El Dr. Joel Whitton cita el caso de Harold Jaworski quien, bajo hipnosis, escribió veintidós palabras y frases que él 'escuchó' que él mismo hablaba durante su vida pasada como vikingo. Trabajando independientemente, los lingüistas identificaron y tradujeron diez de estas palabras como antiguo noruego, y varias de las otras como ruso, serbio o eslavo. Todas las palabras fueron asociadas con el mar (Whitton and Fisher 1987: 210).

En 1931, una joven inglesa de Blackpool, conocida en los archivos de la Sociedad para la Investigación Psíquica como Rosemary, comenzó a hablar en un antiguo dialecto egipcio bajo la influencia de la personalidad de Telika-Ventiu quien había vivido aproximadamente en los años 1400 aC. Frente al egiptólogo Howard Hume, ella escribió 66 frases precisas en el lenguaje perdido de los jeroglíficos y habló en una lengua que no se había escuchado fuera de los círculos académicos por miles de años (Lazarus 1993: 85).

Pearl Curgen, una médium de San Louis que era casi analfabeta, comenzó a escribir en un sorprendentemente preciso inglés de la Edad Media. Bajo la guía de una entidad espiritual ella produjo sesenta novelas, obras de teatro y poemas, incluyendo un poema épico de 60,000 palabras (Lazarus 1993: 119).


No hay explicación alternativa creíble


Existen literalmente miles de casos de xenoglosia, cientos de los cuales han sido documentados. Ellos incluyen lenguajes modernos y antiguos de todas partes del mundo. Los investigadores psíquicos, tales como el altamente creíble Dr. Ian Stevenson, han usado métodos científicos para estudiar la xenoglosia y afirmar que hay sólo dos explicaciones posibles, contacto con un espíritu o recuerdos de vidas pasadas; ambas son evidencias de la existencia de la vida póstuma.


La responsabilidad probatoria ha pasado al lado de los escépticos quienes tendrían que proveer una explicación creíble alternativa. Hasta ahora nadie ha sido capaz de hacerlo.


De acuerdo con lo anterior, en la ausencia de alguna otra explicación creíble y en contexto con las otras fuertes evidencias existentes en favor de la vida póstuma, fenómenos de voces electrónicas y mediunidad, la xenoglosia resulta fácil de aceptar como una ulterior evidencia de la supervivencia.

El don de lenguas se ha registrado, a lo largo de los siglos, en numerosas culturas y situaciones. Pero, ¿cuál es la causa de estos extraños accesos?

El hablar en lenguas -especialmente en la lengua de los fantasmas, antepasados, espíritus, dioses y animales totémicos- todavía figura en el repertorio de los shamanes y hechiceros en las sociedades primitivas de todo el mundo. De hecho, no hay otra técnica de comunicación sobrenatural que esté más extendida.

En el caso de los espíritus africanos «Zar», que en tribus dominadas por los hombres causan a algunas mujeres enfermedades psicosomáticas, se adivina un cierto sentido de justicia poética. La víctima de la «posesión», efectivamente, es, siempre una mujer, y el «intérprete» -o exorcista- es también otra mujer. La exorcista se dirige al espíritu Zar en su propio lenguaje esotérico, que no puede ser comprendido sin su intervención. El Zar solicita espléndidas ropas, perfumes y otros artículos de lujo a través de los labios de sus víctimas; por un precio módico, la exorcista interpreta estas peticiones para que el marido sepa de qué se trata. La mujer enferma llegará a reponerse si las demandas del espíritu se cumplen.

La posición que ocupan los shamanes en sus sociedades corresponde más o menos a la de los sacerdotes y los antiguos santos en el mundo cristiano. Desde finales del siglo I d.C., un cristiano corriente que hablara en «lenguas» habría sido exorcizado en el mejor de los casos, o ejecutado en el peor de ellos, por «traficar con el demonio». Pero también algunos santos fueron conspicuos glosolalistas: San Pacomio, abad egipcio, afirmaba que hablaba con los ángeles, y escribía en un alfabeto místico comprensible sólo para aquellos que se hallaban en un estado de gracia especial y bendecidos de la misma forma que él. La alemana Santa Hildegard (1098-1179) hablaba y escribía -con un alfabeto desconocido- un lenguaje extraño que tradujo al alemán. Muestras de él se conservaron, publicaron y analizaron, llegándose finalmente a calificar de revoltijo de alemán latín y hebreo mutilado.

Glosolalia y Marginación
La glosolalia estuvo de moda después de la Reforma -aunque ni Lutero ni Calvino la incluyeron en sus doctrinas. Al parecer, el hablar en lenguas era frecuentemente una expresión de tensión. Por ejemplo, la violenta controversia entre jesuitas y jansenistas, que duró casi 80 años, provocó la aparición de glosolalistas entre estos últimos. Coincidiendo con esto, en aquel período ocurrieron extraordinarios incidentes entre los camisards, franceses protestantes que vivían en las montañas de las Cévennes. Cuando su libertad de culto fue revocada en 1685 y se intentó imponerles la fe católica, se sublevaron. Tres mil de ellos resistieron frente a las tropas monárquicas (unos 60.000 hombres), hasta que finalmente sucumbieron en 1705. La enorme tensión que afectaba a estas comunidades guerrilleras, continuamente acosadas y sujetas a tremendas atrocidades una vez capturadas, dio lugar a sucesos paranormales, incluyendo
estallidos de xenolalia. Miles de «pequeños profetas de las Cévennes», niños de 15 meses en adelante, predicaban interminables sermones en un francés excelente, lengua bastante diferente de su propio dialecto holandés.

Algunos camisards emigraron a Inglaterra. Tuvieron influencia sobre los «Entusiastas» ingleses, tal como eran llamados por entonces los Cristianos Carismáticos. Dos generaciones más tarde, Ann Lee, fundadora de la Sociedad Unida de Creyentes en la Segunda Aparición de Cristo (los «shakers»), hablaba en lenguas. Al ser examinada por cuatro eruditos sacerdotes anglicanos, se dirigió a ellos en varias lenguas aparentemente identificables. Acobardados, sin duda, por los conocimientos de que hacía gala Ann Lee, aconsejaron que se la dejara en paz; pero la persecución la obligó a emigrar a América.

En las comunidades de shakers, las danzas rituales, que constituían la principal manifestación de culto, desembocaban a menudo en estallidos de glosolalia. Algo parecido sucedió con los mormones (la Iglesia de Jesucristo de los Santos Modernos): su mismo fundador, Joseph Smith (1805-1844), era glosolalista, y sus artículos de fe afirmaban: «Creemos en el don de las lenguas... (y) en la interpretación de las lenguas.» En una ocasión, un glosolalista mormón pronunció toda una disertación sobre la caza en la lengua de los indios choctaw. Fue inmediatamente interpretada como un relato florido de las glorias que habría de traer consigo la terminación del templo mormón de Salt Lake City. Los mormones modernos consideran el don de lenguas como un fenómeno real, pero de limitado valor espiritual, y es comprensible que la desaprueben.

A partir de 1830, no pasó un año sin que alguien hablara en lenguas en algún lugar de la Iglesia Cristiana. En Escandinavia, en los años 1840, se declararon epidemias del llamado «mal del sermón» -«entusiasmo» histérico durante el culto- que incluía la glosolalia. En los años 1850 el gran resurgimiento en la Iglesia Ortodoxa rusa en Armenia dio lugar a una expansión del don de lenguas en aquella zona hasta los años 1900. A finales del siglo se produjeron accesos de glosolalia en sectas del movimiento Carismático pertenecientes a lugares tan apartados entre sí como Carolina del Norte y Estonia.

Una Señal Del Espíritu
La moda, extendida por todo el mundo, de hablar en lenguas influyó en un grupo de 40 estudiantes de la escuela de Bethel, en Topeka (Kansas, Estados Unidos). Decidieron unánimemente que «lo que les faltaba» en su expepencia cristiana era el bautismo del Espíritu Santo, cuya señal era el don de lenguas. El 31 de diciembre de 1900, un pastor, C. F. Parham, impuso las manos a un estudiante, el cual empezó a emitir un torrente de sílabas ininteligibles. Otros treinta siguieron su ejemplo en días sucesivos. Esto marcó el inicio del moderno Pentecostalismo.

Efectivamente, el hecho de hablar en lenguas tiene un lugar señalado en el culto Pentecostalista, pero igualmente importante es el don de la interpretación de lenguas: un fiel comienza a hablar en un idioma que nadie conoce, e instantáneamente otro fiel se pone a traducirlo, aunque tampoco conozca la lengua. Si bien este fenómeno es poco frecuente, no deja por ello de ser extraordinario.

Un pentecostalista, Axel Blomquist, relata la siguiente experiencia:
«Recibimos la visita de un misionero de la India que nos acompañó a visitar a una familia con la que oramos. Al orar vino el Espíritu Santo sobre mí y empecé a hablar un idioma que nunca había conocido ni hablado antes. Al terminar la oración, conmovido, el misionero dijo: «Esto es algo extraordinario, el hermano Axel acaba de hablar precisamente en el idioma que estamos usando donde yo estoy sirviendo a Dios en la India. Ha sido un mensaje de consuelo y aliento para alguna persona que debe estar agobiada y triste. Un mensaje de perdón y restauración. He observado especialmente cómo el hermano repetía la expresión "oh mujer", fórmula de respeto que se utiliza en la India para hablar a las damas nobles.»

Esta y muchas otras experiencias espectaculares de este tipo son frecuentes en las iglesias pentecostalistas.

De hecho, algunas de estas actividades se hicieron famosas -o escandalosas- entre las dos guerras mundiales. En América se fundó en 1921 la Iglesia Internacional del Verdadero Evangelio, encabezada por Aimée Semple McPherson, cuyo cuartel general se hallaba en su templo de Hollywood. Ciertamente, competía con la propia meca del cine por el atractivo de su presentación del evangelio y la belleza de su coro de «ángeles». En Inglaterra, George Jeffreys llenó el Albert Hall todos los domingos de Pascua desde 1926 hasta 1939 con miembros del Verdadero Evangelio de Elim. Aunque el énfasis sobre el don de lenguas ha disminuido un tanto, todos los pentecostalistas del mundo -que suman unos 20 millones creen que existe y que es una señal de la presencia del Espíritu Santo. Actualmente, la mayor de las comunidades pentecostalistas, las Asambleas de Dios, poseen congregaciones en casi todos los países, entre ellos España.

Varios miembros de la Iglesia Pentecostalista de Barcelona afirman actualmente haber recibido «el bautismo del Espíritu Santo», y haber hablado en lenguas. Sin embargo, según ellos, éste no es el único don del Espíritu Santo. Apoyándose en las palabras de San Pablo (I-Cor XII-4,11), declaran que «hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo». Los otros dones son la sabiduría, la ciencia, la fe, el don de sanar, la profecía, los milagros y la interpretación de lenguas desconocidas. Uno de los miembros de esta Iglesia, E.H.B., de 24 años de edad, declaraba en 1981 que antes de su conversión «el hastío y el vacío eran su pan de cada día» y que «a los 23 años era un hombre acabado y sin ganas de vivir, que creía haber llegado al fin de su camino». Después de haber vivido una vida bohemia, de haber militado en un partido, de haber pasado por la cárcel y por las drogas, conoció el Pentecostalismo, que contribuyó a cambiar su vida.

¿Espíritu Santo o Espíritus?
El don de lenguas continuó manifestándose también en otros contextos cristianos. Fue uno de los signos que afectaron a una famosa estigmatizada, Teresa Neumann, que vivió toda su vida en Baviera. El Viernes Santo de 1926 aparecieron estigmas sobre su cuerpo, y pareció revivir la pasión de Cristo, emitiendo palabras y frases en arameo (algunas de ellas correspondían, al parecer, con toda exactitud a las palabras pronunciadas por Cristo en la Cruz). Algunos observadores creyeron que estaba en comunicación mediúmnica con algún testigo
contemporáneo de la crucifixión de Cristo.

Esto enlaza la glosolalia con el mundo del espiritismo. A medida que el espiritismo se desarrollaba durante el siglo pasado, se hacían más frecuentes los estallidos del don de lenguas en médiums. Algunos de estos afirmaban que los espíritus hablaban a través de ellos en lenguas desconocidas para los propios médiums y para todos los presentes, excepto para aquellos a quienes se dirigían los mensajes. Algunas veces ninguno de los asistentes entendía lo que se decía hasta que se pedía la colaboración de un lingüista. Otros médiums eran especialistas en la «voz directa»: palabras del espíritu emanadas del aire que les rodeaba, incluso mientras los médiums estaban conversando con los presentes. Algunos eran también «clarioyentes»: «oían» voces que a menudo hablaban en lenguas que no comprendían, y repetían las palabras lo mejor que podían.

Un caso típico fue el de una médium inglesa conocida como Rosemary, que en los años treinta empezó a revelar recuerdos de antiguas encarnaciones, las más importantes de las cuales pertenecía al antiguo Egipto. Un egiptólogo, Howard Hulme, la examinó. Rosemary «oyó» palabras en lengua egipcia, y más tarde Nona, el espíritu de una egipcia que había conocido en su vida anterior, habló a través de ella. Se hicieron grabaciones de algunas de aquellas sesiones. Una vez, durante casi dos horas, Nona contestó las preguntas que Hulme había preparado: en aquella sesión emitía sonidos que parecían ser aspiraciones guturales, consonantes extrañas y construcciones peculiares de una lengua que murió hace 3.000 años. Desgraciadamente, nadie sabe en la actualidad cómo se pronunciaba la antigua lengua egipcia. Un grupo de expertos, tras haber analizado las frases pronunciadas por Rosemary, emitió un juicio ambiguo.

A pesar del interés que el don de lenguas ha despertado durante cientos de años, su interpretación permanece todavía abierta.

Lo cierto es que muchos casos han recibido explicación. Cuando las monjas ursulinas de Loudun (Francia) fueron «poseídas» por el demonio en los años 1630, al parecer como consecuencia de un hechizo del que era responsable su capellán, Urbain Grandier, empezaron a balbucear en «lenguas»: se afirmó que hablaban en latín, griego, español, italiano, turco e incluso en la lengua de los pieles rojas. Actualmente se ha podido averiguar que las hermanas, en realidad, padecían histeria, y gran parte de los modernos relatos sobre las «posesiones» de Loudun les atribuyen una mera frustración sexual.

Pero, en definitiva, la glosolalia ¿es el producto de niveles subconscientes de la mente? ¿Poseemos todos en nuestro interior un «santo» que habla «con la lengua de los ángeles»? ¿Acaso un médium que habla en una lengua al parecer desconocida para él, está recordando de hecho palabras vistas y oídas durante su vida, que habían quedado almacenadas en el inconsciente? ¿O es la xenolalia el resultado de una «lectura» en las mentes de los hablantes nativos de la lengua que se está produciendo?

Las modernas investigaciones han contribuido poco a esclarecer estas conjeturas. Tampoco pueden asegurar que los hablantes en lenguas están directamente inspirados por Dios, o que están poseídos por los espíritus de los muertos. Como ocurre siempre, tales explicaciones
dependen de la fe que cada uno haya depositado en ellas.

Mensajes de Marte
Uno de los casos más extraños de glosolalia escrita es el sucedido a la médium suiza «Hélene Smith» (pseudónimo de Catherine Elise Müller, 1861-1929). Ella afirmaba que abandonaba su cuerpo y visitaba seres del planeta Marte que le enseñaban la lengua marciana, que ella hablaba y escribía (a la derecha). Además, en algunos de sus trances hablaba en indostaní.

El profesor Theodor Flournoy. de la universidad de Ginebra, examinó el fenómeno. El indostaní resultó ser auténtico, pero el «marciano» poseía una sintaxis casi totalmente similar al francés materno de Hélene. El profesor definió su indescifrable vocabulario como un producto del subconsciente de la médium, que en aquel caso se revelaba extraordinariamente brillante y creativo. Por otra parte, actualmente se sabe que no hay señales de vida en Marte, y no hay noticias de que nadie hable ningún lenguaje «marciano».

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RELATO DE QUIEN DICE VIVIR UN CASO DE XENOGLOSIA
He sido testigo presencial de Xenoglosia en mi propio esposo. Él es Ingeniero Civil y Analista en Sistemas, una persona muy racional y a la vez un tanto espiritual. No cree en todo lo que lee, en los fenómenos paranormales y me ha costado mucho hacerle entender que él es precisamente una persona que está involucrada en estos hechos. Si recuerda sus sueños, con ínfimo detalle, mucho realismo y generalmente despierta con taquicardia, muy transpirado y a veces con lágrimas. Pero se niega a creer en ésto a pesar de que empezamos a investigar y cuando comenzó a saber en qué época se remontaba, los sueños comenzaron a espaciarse. Hoy, sólo dos veces en este año ha vuelto a soñar y hablar en otro dialecto. Lo he grabado, pero aún así sigue existiendo un tanto de excepticismo en él. En mi ya no, porsupuesto.
Esos sueños se remontan a épocas pasadas donde hay batallas sangrientas, casas de piedra, mujeres de contextura grande, pelirrojas, hermosas, armas pesadas, vestimentas con pieles y cueros de animales muy rudimentarios y se sitúan en algún lugar de las costas de Escocia por lo que logramos descubrir en mapas antiguos. Esos sueños le preocupaban. Los tenía desde los 9 años. Pero esa no es la parte importante. El tema es que su voz y el dialecto que habla es inexplicable y eso tengo que soportarlo yo, ya que NO RECONOZCO SU VOZ, cuando tiene esos sueños y MUCHO MENOS LO QUE DICE. He anotado lo que pude entender a través de los años que llevamos juntos y es un dialecto raro. No podemos descubrir todavía el significado de sus palabras, las cuales pronuncia en voz muy alta, son claros y se sienta para hablar en la cama. Ya no me asusta, pero es increíble escuchar eso. Por lo tanto sí, hay casos comprobados, como el mío en particular. Además de atraerle las mujeres robustas, altas y pelirojas!.

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